A PROPOSITO DE ELEUTERIO BLASCO FERRER.
El peor mal que puede padecer un pueblo, se entienda éste como pequeña comunidad o como nación o sociedad, es la incultura. Se crea o no se crea, la incultura está en la raíz, en el origen de todos los males, y es la incultura, se quiera o no admitirlo, la causante directa o indirecta de los episodios más tristes de nuestra historia. ¿Qué fue, si no la incultura, la que estaba detrás del doloroso, trágico y lamentable episodio de nuestra guerra civil?. ¿Qué hay, si no incultura, detrás de toda guerra que desangra los pueblos y devasta sus patrimonios naturales, históricos y culturales?. No, no es el hombre, es la incultura del hombre. Este es simple instrumento, mero ejecutor. Ningún hombre culto, en el sentido estricto de la palabra, mata ni manda matar a nadie, porque cultura significa cultivo, cultivar, y cultivar significa dar vida, crear vida, no muerte ni destrucción.
La incultura nos acerca a lo irracional y nos aleja de lo racional. La incultura empobrece espiritual y materialmente. La incultura, en definitiva, merma al hombre la posibilidad de disfrutar, entre otros tesoros, de la libertad. Un pueblo inculto no es libre o no sabe aprovechar su libertad.
La incultura, aunque pueda parecerlo, no es una quimera, una irrealidad. Puede ser heredada o puede ser lo que me atrevo a llamar actitudinal. ¿Qué es? Según la Real Academia Española de la Lengua: "Falta de cultura": ¿Y qué es cultura? (Sigo citando a la Real Academia) Es el "conjunto de modos de vida y costumbres, conocimiento y grado de desarrollo artístico, científico, industrial en una época o grupo social".
Conocimiento y grado de desarrollo artístico. Lo resalto porque puede ser que nos olvidemos de esta parte de la "cultura" como parte integrante fundamental de nuestras señas de identidad, y en este sentido sería deseable que supiéramos todos valorar en su justa medida el patrimonio cultural de nuestro pueblo. Singular patrimonio cultural "nuestro", que se vio enriquecido notablemente no hace mucho con el legado de la obra de Eleuterio Blasco Ferrer.
Independientemente de gustos o valoraciones personales o puramente crematísticas y materiales, Eleuterio Blasco Ferrer es una figura de primera línea en la historia de la escultura más reciente no sólo aragonesa si no española, y eso forma parte de nuestro "grado de desarrollo artístico", y el hecho de que este gran artista quisiera reposar para siempre en nuestra tierra como uno más de nuestros muertos, revaloriza su legado y entra de lleno en el conjunto de nuestros modos de vida y de nuestras costumbres.
No admitir esto es negar lo evidente, pero lo más triste y peligroso es que posiblemente caeríamos en el "pecado" de la incultura y la incultura, en mi opinión es ............, bueno, creo que ya lo he dicho.
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