Blogia

José María Andrés Sierra

El ciclismo, para algunos un deporte de "drogatas".

Estábamos pasando unos días este verano en Jaca mi familia y yo. Como todos los días compré "El País" y "El periódico de Aragón" y cual fue mi sopresa cuando al leer este último, me encontré en la sección de "Cartas al Director" con una carta firmada por un tal José M. Andrés en la que ponía literalmente "a parir" a todos los ciclistas sin excepción alguna. En unas pocas líneas, mal escritas por cierto, tachaba de corruptos y drogadictos a todos los ciclistas a la vez que aducía que empañaban el limpio y reconocido mundo del deporte español, donde hay figuras tan insignes y  fuera de toda sospecha como  Fernando Alonso, Pau Gasol y otros deportistas cuya identidad no recuerdo. No dudo de la integridad de estos dos deportistas ni de los otros que nombraba este tocayo mío en su carta, ¡faltaría más!, pero me pareció un despropósito primero acusar a todos los ciclistas por igual, echar mierda sobre un deporte duro como pocos y bastabte denostado ultimamente y comparar a los ciclistas con otros deportistas que, sin dudar, como ya he dicho de su honestidad, no han sufrido ni la centésima parte de los controles que los sufridos ciclistas soportan. ¿Se atreverían a despertar a media noche a Raul, a Messi o a cualquier otro futbolista famoso para hacerle un control antidoping el día antes de un partido? En fin, que me indignó y no pude evitar contestar a aquella provocación. Por varias razones: porque me parecían fuera de lugar y realmente crueles unas opiniones como aquellas, porque la persona que firmaba la carta se llamaba, como ya he dicho, José M. Andrés y no quería yo que nadie, conocido o sin conocer, llegara a pensar que yo comulgaba con aquellas ideas y porque, como me dijo, medio en broma medio en serio, Ana, mi mujer,  la carta estaba realmente mal escrita  y tampoco favorecía para nada aquel texto mal escrito mi labor de aficionado escritor si alguien creía que era yo su autor.

El "Periódico de Aragón" publicó puntualmente a los dos días mi carta, algo que agradecí. La pongo a continuación.

 

<!-- /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} @page Section1 {size:595.3pt 841.9pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:35.4pt; mso-footer-margin:35.4pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} -->

En la sección “Lectores” o “Cartas al Director” de su periódico, EL PERIÓDICO DE ARAGÓN,  del día 23 de julio incluyen una carta titulada “Ciclismo. Debería desaparecer”, escrita por José M. Andrés con la que discrepo en buena manera. Con el título, absoluta y rotundamente. Esto no tendría demasiada importancia si no se diera la circunstancia de que yo también me llamo José Mª Andrés. José Mª Andrés Sierra. Me parece una gran osadía y una tremenda irresponsabilidad meter en el mismo saco a todos los ciclistas y reclamar la desaparición de un deporte espectacular y sacrificado como pocos. ¿Se ha preguntado el autor de la carta lo que puede suceder en otros deportes? ¿Hay controles antidoping en el tenis en la misma medida que los hay en el ciclismo? ¿Y en el fútbol? ¿Y en el baloncesto por poner varios ejemplos? Si por un puñado de tramposos ha de desaparecer el ciclismo, en ese caso puede estar seguro el autor del escrito que también peligran seriamente desde el rugby hasta el ajedrez, la doma clásica, el dominó y el parchís. Por cierto, no acabo de entender por qué castiga el autor de la carta a la poesía diciendo que se dediquen a ella los que prefieren las drogas al deporte sano. Para que no haya, pues, malentendidos y no se sorprendan quienes me conocen y hayan leído la citada carta o se hagan una idea equivocada de mis convicciones quienes no me conocen, les agradecería que tanto a José M. Andrés como a mí, José Mª Andrés Sierra, su periódico, que ha tenido la amabilidad de publicarnos varias cartas  a lo largo de estos últimos años, en lo sucesivo, si se diera el caso, incluya también el segundo apellido para evitar equívocos. Gracias y un cordial saludo.

 

Gallardón y la tangente.

No teníamos ninguna intención de ver el tan anunciado programa “Tengo una pregunta para usted” dedicado a Alberto Ruiz Gallardón. Ni yo, ni mi familia, pero en uno de esos momentos en que le tembló el dedo en el mando a distancia de la TV a uno de mis hijos buscando alguna emisión soportable, apareció dicho programa y, como no había gran cosa que ver, pedí a mi hijo que lo dejara. Debo admitir que sólo vimos y oímos tres preguntas y sus correspondientes respuestas, pero pudimos constatar cómo éstas últimas, juntas y por separado, constituían tres maravillosas joyas, tres magníficos ejemplos de lo que es hablar y no decir nada, o, si se prefiere, ejemplo inigualable de lo que se conoce por “salirse por la tangente”. A la primera pregunta que venía a decir, más o menos, “si pensaba que tendría apoyos suficientes por parte de los sectores más católicos dentro del PP si llegaba a presentarse para presidente del gobierno, teniendo en cuenta la campaña que desde la COPE se hacía en su contra”, se limitó a contestar contemporizando sobre su famoso pleito con Jiménez Losantos sin tan siquiera insinuar si pensaba presentarse y si dispondría de esos apoyos. A la siguiente pregunta sobre “el posible culpable de la reciente inundación de un túnel de la M-30 madrileña, si había sido la tormenta, la empresa constructora o él mismo por haber inaugurado la obra con excesiva premura”, respondió echando balones fuera con tal maestría que sin nombrar para nada a la constructora ni a sí mismo, por supuesto, al final no quedó claro si tampoco la tormenta y el granizo eran los culpables. Eso es arte. Y cuando le preguntaron si prefería como futuro inquilino de la casa Blanca a Obama o a McCain, trató en todo momento de nadar y guardar la ropa alabando las virtudes de uno y otro sin decantarse ni un milímetro por ninguno de los dos y cuando su interrogador le instó a que se posicionara contestó: “No me pida usted que vaya más allá” ¿…?. Apagamos la televisión. Es de suponer que sería más concreto y preciso en el resto de las preguntas si no habría que preguntarse a qué fue allí este buen hombre, si a aburrir al personal, como lo demostró bostezando ostensiblemente uno de los asistentes al programa (no pudieron ocultarlo las cámaras) y también si éste es el político tan brillante del que algunos hablan.

Vuelta a la normalidad después de un verano eminentemente gastrónomico.

Vuelta a la normalidad después de un verano eminentemente gastrónomico.

De nuevo en Zaragoza. Es septiembre y... hay que volver aunque no sobren las ganas.

Lo cierto es que no tenía intención de "ponerme a la labor" tan pronto y empezar a aumentar el tamaño de este blog con esta premura, pero un buen amigo, Xavier, me reprendió cariñosamente alegando que tenía el blog "algo abandonado", así que, para que no siga afeando mi proceder, procedo (suele decirse en estos casos, "valga la redundancia") a hacer mi primer comentario del curso 2008-09.

Como reza el título de este escrito, ha sido un verano especialmente gastronómico. Uno de esos maravillosos días en los que uno disfruta de la buena mesa y de excelente compañía fue el que comí en el restaurante "Casa Agustín" de Albalate del Arzobispo, lugar al que no iba desde hacía unos cuantos años.

Compartí mesa con mi querida Ana y nuestros amigos Xavier, Fina y Rosadela. Para quien conozca casa Agustín no hace falta que explique en qué consistió el ágape y para quien no la conozca... mejor que siga sin hacerlo para no ponerle los dientes largos.

Salud y un fuerte abrazo, amigos míos y... ¡hasta la próxima!

Y bueno... aunque no tiene nada que ver, paso a continuación a incluír una carta mía que publicó "EL PERIÓDICO DE ARAGÓN" a finales del mes de julio pasado.

 

En la sección “Lectores” o “Cartas al Director” de su periódico, EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del día 23 de julio incluyen una carta titulada “Ciclismo. Debería desaparecer”, escrita por José M. Andrés con la que discrepo en buena manera. Con el título, absoluta y rotundamente. Esto no tendría demasiada importancia si no se diera la circunstancia de que yo también me llamo José Mª Andrés. José Mª Andrés Sierra. Me parece una gran osadía y una tremenda irresponsabilidad meter en el mismo saco a todos los ciclistas y reclamar la desaparición de un deporte espectacular y sacrificado como pocos. ¿Se ha preguntado el autor de la carta lo que puede suceder en otros deportes? ¿Hay controles antidoping en el tenis en la misma medida que los hay en el ciclismo? ¿Y en el fútbol? ¿Y en el baloncesto por poner varios ejemplos? Si por un puñado de tramposos ha de desaparecer el ciclismo, en ese caso puede estar seguro el autor del escrito que también peligran seriamente desde el rugby hasta el ajedrez, la doma clásica, el dominó y el parchís. Por cierto, no acabo de entender por qué castiga el autor de la carta a la poesía diciendo que se dediquen a ella los que prefieren las drogas al deporte sano. Para que no haya, pues, malentendidos y no se sorprendan quienes me conocen y hayan leído la citada carta o se hagan una idea equivocada de mis convicciones quienes no me conocen, les agradecería que tanto a José M. Andrés como a mí, José Mª Andrés Sierra, su periódico, que ha tenido la amabilidad de publicarnos varias cartas a lo largo de estos últimos años, en lo sucesivo, si se diera el caso, incluya también el segundo apellido para evitar equívocos. Gracias y un cordial saludo.

Agricultor de segunda.

Agricultor de segunda.

 

Como no soy un “personaje público” ni “alguien famoso”, no he tenido, hasta ahora, la oportunidad de poder contestar a la recurrente y manida pregunta que suelen hacer muchos periodistas, casi siempre para acabar una entrevista: “¿Qué hubiera sido usted de no haber sido… famoso futbolista?”, por ejemplo (otra pregunta no menos sobada es la de las tres cosas y la isla desierta). Bien, como no he tenido la oportunidad de contestársela a nadie, aprovecho la oportunidad que me ofrece este blog para hacerlo y sentirme importante: “agricultor”. Que nadie vea en esta respuesta ni un ápice de modestia. En absoluto. Por mi gusto hubiera preferido aspirar y llegar a ser miembro de un conjunto musical (por ejemplo) tan famoso como los Beatles, pero debo reconocer que me manejo mejor arando, cosechando, entre tractores y maquinaria agrícola de cualquier tipo de lo que lo haría cantando sobre un escenario ante miles y miles de apasionados espectadores y espectadoras.

Bromas aparte, me siento muy orgulloso de descender de agricultores y de tener un hermano que ha continuado con la tradición y el oficio familiares. También llevo muy a gala haber practicado, y no sólo accidentalmente, todas las tareas del campo: desde arar con mulos, utilizar la azada y segar con hoz y dalla hasta arar y manejar los modernos tractores, empacadoras y cosechadoras. Hasta hace muy poco ayudaba a mi hermano habitualmente en todas estas tareas, pero actualmente me he “prejubilado” de esos menesteres y únicamente mantengo un huerto en el que he plantado, con la ayuda de mis hijos, una docena de árboles (manzanos, cerezos, perales, melocotoneros…) y una veintena de parras. Apenas tienen cinco años y ya hemos probado el fruto de casi todos ellos. La naturaleza es así de agradecida.

¡Salud para todos y todas! ¡Ah!, y a la pregunta de las tres cosas y la isla puedo contestar otro día si procede y se me permite.

Nota: La fotografía y el texto escrito sobre ella son de mi buen y querido amigo Pascual Granada, médico, que me la hizo cuando me dirigía a regar mi huerto.

El "Moro", un perro con alma.

A finales de los años setenta, mil novecientos setenta, claro está, mi hermano había decidido quedarse en Molinos y dedicarse a la agricultura y la ganadería. Sobre todo a esto último. No es pasión de hermano si digo que Francisco, mi hermano, es uno de los mejores ganaderos que se dedican a esta actividad en este país. No, no. No exagero. Pero no voy a hablar de mi hermano. No por falta de ganas y de temas que pudiera tratar. Simplemente creo que no es el momento oportuno todavía. Todo se andará. Ahora me apetece sacar una poesía que escribí hace muchos años y, si quiero que se entienda un poco el porqué lo hago y la poesía misma, debo hacer una pequeña introducción, que es lo que pretendo hacer y estoy haciendo si no acabo enrollándome como ya he empezado a hacer.

Bien. Como decía a finales de los setenta mi hermano, más joven que yo (sí que quiero confesar que le sabe fatal que le digan que parece mayor que yo) ya había decidido su futuro. Mis padres, estoy completamente seguro, no influyeron para nada en la decisión de mi hermano. Es algo que nunca hemos hablado. pero creo no equivocarme si digo que para mi madre fue una decisión que le produjo un sabor agridulce: por una parte hubiera deseado que su hijo pequeño siguiera estudios como el mayor, pero por otra parte agradecía que uno de los dos continuara en casa. Yo he heredado sin duda el sentimiento que mi madre tiene de lo vital y trascendental de la familia. No me cabe duda. Lo he heredado directamente de la fuente: de mi abuelo Toribio. Ese sentido trascendental de la familia y de los amigos. Pero..., bueno, vuelvo a enrollarme.

Mi hermano, como decía... ¡ha! me ha faltado decir que si para mi madre la decisión de mi hermano supuso un choque de emociones, para mi padre fue el mejor regalo que podía enviarle el cielo. No digo más.

Bien. Mi hermano se dedica a la ganadería y un buen ganadero, un buen pastor necesita un buen perro de ganado.

Por medio de un tío nuestro, Enrique Altabella, anricuario de Aguaviva, mi padre consiguió un perro de ganado realmente fantástico. Estaba castrado. ¿por qué? Parece ser que su dueño, debido a que era tan buen perro pastor, estaba cansado de que le llevaran tantas perras para que las cubriera que decidió castrarlo.

Contar cosas suyas sería interminable. Algún día pueda que lo haga... Bueno. Voy a contar solo una.

Un buen día, (mi hermano estaba haciendo la mili y yo, acabada la carrera y la mili, me encontraba en Molinos ayudando a mi padre a la espera de que Francisco, mi hermano, volviera del servicio militar para poder buscar trabajo en la enseñanza) había ido a apacentar el ganado a Valdesoria. Por supuesto, iba acompañado de Pastoret, (lo llamábamos indistintamente "Pastoret" y "Moro") el perro que nos había proporcionado un amigo de mi tío Enrique. Era invierno y hacia un frío "que pelaba". Se nos había hecho tarde y cuando llegábamos al pueblo, era ya noche cerrada. Recuerdo que teníamos ya las primeras luces del pueblo a menos de cien metros cuando, de pronto, empezamos a oír unos ladridos que helaron mi sangre, a la vez que aparecían junto a las primeras casas del pueblo cuatro o cinco perros (hace ya muchos años y no podría asegurar si eran cuatro o cinco, pero menos... no ) alguno de ellos de un tamaño que casi doblaba el de Pastoret. recuerdo uno perfectamente, el que más miedo me causaba, un pastor alemán tremendo. No eran entonces tiempos en los que se llevaran los perros concollares ni siquiera que los amos supieran donde estaban sus perros.

El susto que me dieron aquellos perros fue tremendo y el miedo que sentí a continuación, mucho mayor.

A la vez que yo me detenía paralizado por el miedo, mi perro me adelantó y se quedó parado delante de mí. Lo recuerdo como si lo hubiera vivido esta misma tarde. De pronto Pastoret arqueó el lomo de una manera que pareció crecer no menos de dos palmos, todo el pelo se le erizó como si lo hubieran peinado con gomina, giro su cabeza, me miró y empezó a andar con un paso lento y majestuoso. La jauría continuaba amenazante a pocos metros de nosotros pero Pastoret continuaba con su paso lento y decidido. Cada diez o quince segundos volvía la cabeza y me miraba. Lo prometo. Era come decirme: "Tú sígueme. No tengas miedo". Yo veía aquellas fieras que ladraban de una manera espantosa y me daban ganas de volverme y echar a correr y perderme en la oscuridad de la noche lejos del pueblo pero las miradas de Pastoret eran tremendamente tranquilizadoras y persuasivas. Cuando llegamos a escasos metros de donde se encontraban aquellos malditos perros yo me encontraba aterrorizado. Pastoret arqueó todavía más su lomo y lanzó un gruñido amenazador. Para mi sorpresa y alivio, aquellos perros que estaban cerrando completamente la calle, aunque sin dejar de ladrar de una manera que helaba la sangre, empezaron a apartarse a un lado y a otro de la calle y dejaron por el centro un pasillo por donde Pastoret, emitiendo unos gruñidos que hasta a mi me asustaban, empezó a cruzar sin dejar de mover la cabeza a un lado y a otro y a continuación a mí, estoy seguro, de que para comprobar que continuaba avanzando detrás de él.

Poco a poco los perros fueron bajando el tono y el ímpetu de sus ladridos mientras Pastoret, sin dejar de volver la vista atrás para dominar la situación me alejaba de aquel trance del que no sé cómo hubiera salido si hubiera ido yo solo. Bueno. Continuaré. Se me ha hecho tarde.

Continúo, aunque bastante más tarde de lo previsto. Hoy es día 29 de mayo.

Bueno. Debo confesar que ya no sé con exactitud por donde quería continuar con mis "recuerdos" de aquel perro tan increíble, pues guardo tantos y tan buenos recuerdos que sería excesivamente largo relatarlos todos. Pondré uno más. Sólo un detalle más de lo que era capaz de hacer aquel perro.

Un día mi padre bajó el ganado desde el monte hasta el corral, la paridera, en la que lo encerrábamos en el pueblo. Para ser más exactos, no bajaba todas las ovejas, únicamente las que criaban, que podrían ser entonces unas doscientas aproximadamente. Iban en el rebaño, pues, las ovejas con sus crías, éstas de pocos días de vida.

El trayecto que tenía que hacer mi padre con las ovejas discurría, en su parte final, por un camino no demasiado ancho entre huertas. Una honda acequia discurría paralela al camino por uno de sus márgenes.

Mi padre, lógicamente, iba delante, dirigiendo el rebaño y tras éste iba el perro, el "Pastoret" para que ninguna de las ovejas más retrasadas se metieran en algunas de las huertas y huertos que había a un lado y otro del camino, labor esta que el perro realizaba con una eficacia inigualable.

Cuando llegaron al corral y todas las ovejas y sus crías estuvieron en el corral, el perro, "Pastoret" empezó a ladrar junto a mi padre y a tirar con sus dientes de su pantalón.

Mi padre no acertaba a comprender que le sucedía al perro que, sin dejar de ladrar, se alejaba de él unos metros y cuando veía que mi padre no lo seguía, volvía junto a él y , de nuevo, tiraba de su pantalón con suavidad pero con insistencia. Por fin mi padre decidió seguir al perrro.

Cuando éste vio que mi padre echaba a andar, se lanzó a una carrera frenética volviendo por el camino que habían venido. Mi padre, claro está, corría detrás del animal todo lo que podía pero si darle alcance. Pastoret lo esperaba y cuando mi padre llegaba junto a él, volvía a correr deshaciendo el camino que hacía minutos habían andado. Desùes de unos cuantos minutos corriendo llegaron a un punto de la acequia junto a la que habían hehco el camino y el perro se detuvo y empezó a ladrar hacía un punto muy conctreto de la acequia.

Mi padre se detuvo, se arrodillo en el camino y se asomó al punto de la acequia sobre el que lagraba el perro. Apartó las hierbas que había en lo más alto y que no dejaban ver el fondo y, para asombro de mi padre, en el interior de la acequia había un cordero pequeñito que había caído y que, lógicamente, no podía salir. Real, muy real. Lo aseguro.

Estando en la mili, en la "puta mili", un día de guardia, recibí una carta de mis padres en la que me decían que Pastoret había muerto. Lloré como un niño y me emborraché a conciencia.

Un tiempo después escribí para él una poesía que reproduzco a continuación.

 

A mi perro “Moro”.

Llevaba el pelo negro,

muy negro y sucio

porque nunca lo lavaron con jabón,

y aún así

le brillaba como un disco lunar en su apogeo.

Era un fresco rayo de luna

robado a su dueña en una noche incierta,

era el aliento salvaje de un dios desconocido.

También tenía el pelo largo

y mal cortado,

enredado por cardos, abrojos, aliagas

y cachurros.

Las uñas rotas de andar y andar,

correr y jugar

entre riscos y barrancos,

lomas y canteras,

caminos rotos y sendas olvidadas.

Mechones juguetones, saltones,

a veces impertinentes

cribaban los chorros vivaces y serenos

de su mirar atento.

Patas ágiles, dueñas de un correteo

constante y gracioso.

Boca grande,

hecha para acariciar, lamer,

para besar, para hablar y atacar con rabia

más que para comer.

Su corta cola,

un continuo movimiento;

sus orejas,

la atención;

sus ojos, dos astros

hechos de nostalgia eterna.

Todo él armonía, gracia

y obediencia.

No comió

brebajes enlatados de perro mal cuidado

ni conoció

peluquerías para canes

la lluvia lo lavó,

lo acicaló la nieve,

la escarcha, el matacabra

y llevó siempre con él la fragancia

del espliego

y del romero,

del tomillo y madreselva.

Llevó el olor de todas las flores de todos los prados,

de todos los árboles

de su pequeño universo.

Llevó toda la naturaleza

en sus plomizas espaldas.

Fue él,

divinidad, naturaleza encarnada en perro.

No tuviste dueño que te paseara, Moro, pero...

¡Dios! ¡Cómo llegué a quererte!

 

 

Guión cinematográfico de

Guión cinematográfico de

ontiA continuación "cuelgo" el guíon que ha hecho el colectivo, grupo o equipo "Salduie" del relato "La deuda". Está previsto que se grabe los días 3, 4 y 5 de marzo de este 2.008 en Molinos, mi pueblo. Hay más sorpresas, pero ya las iré anotando.

 

 

CSSECUENCIA 0: EXTERIOR MASADA (EXT/ANOCHECER)

SOBREIMPRESIONADO CRÉDITOS[1]

Encima de una loma, solitaria resta una masada. El atardecer es gris, la ventisca cubre el cielo y la escarcha y el matacabras rasa a todo por igual alrededor de la masada[2]. La contraventana del piso superior golpea el marco. A través de las ventanas del piso superior traspasa la luz del hogar chispeante[3].

FIN DE CRÉDITOS

SEC 01: COCINA (INT/NOCHE)

EDELMIRO atiza las brasas del fuego desde su silla[4] junto a la mesa frente al fuego. JUAN y EULALIA están terminando de recoger los platos de la cena mientras DOMINGO sentado junto a su padre lía un cigarrillo mirando el fuego. Sólo el ruido de la ventana del piso superior rompe el silencio, a excepción de la ventisca de fondo y el chispear del fuego.

DOMINGO

Sube a cerrar la ventana hijo

JUAN deja los platos en la palancana y sale presto de la estancia

JUAN f.c.

(subiendo)

Si, padre

DOMINGO niega con la cabeza mientras le pasa el cigarro que ha liado a su padre y empieza a liarse otro.

EDELMIRO saca el chisquero y se lo enciende.

EULALIA secando sus manos con el delantal se acerca consoladora hacia DOMINGO, le pone las manos sobre los hombros de su marido. DOMINGO se las acaricia.

SEC 02: SALA DE LA VENTANA (INT/NOCHE)

JUAN entra en la estancia y se dirige a la ventana. Mira al exterior, la ventisca ruge y la luna lo ilumina todo.

EDELMIRO f.c.

(vociferando desde la cocina)

¿Sigue igual?

JUAN

(pegada la nariz en el cristal)

Sí abuelo

SEC 03: COCINA (INT/NOCHE)

Sigue de la escena primera…

EDELMIRO

(removiendo las brasas)

Mala noche redios, mala noche

DOMINGO

Mala noche…..y mal año padre…

¡si sólo fuera una mala noche!

EULALIA sigue detrás de su marido, de pie con las manos sobre los hombros de DOMINGO mirando el fuego.

Se hace el silencio en la cocina, solo se oye el rugir del viento en el exterior y el chispear del fuego.

DOMINGO

(incorporándose hacia delante reflexionando)

Si esto sigue así, sólo tendremos comida para quince días….

(tira los restos del cigarro al fuego)

(pasándose las manos por la cabeza)

¡Maldito tiempo y Maldito día!

EULALIA

(atrayendo a su marido al respaldo tranquilizadora)

No protestes DOMINGO; Dios nos ayudará…

(sentándose)

¡Siempre nos ha ayudado!

DOMINGO se gira a mirarla haciendo ademán de contestar, pero la mirada de EULALIA le detiene, termina palmeando su mano sobre la mesa.

EDELMIRO atiza de nuevo las brasas.

EDELMIRO

Tiene razón tu mujer, DOMINGO. Siempre hemos salido de apuros como éste. El dinero no es lo único a lo que agarrarse.

DOMINGO

Nunca hemos estado como ahora padre, y usted lo sabe. Llevamos un año en que no hemos hecho más que padecer ¡Un año entero!

Se hace un silencio y todos miran hacia el fuego.

DOMINGO

Desde el año pasado no hemos tenido un respiro,…

(se levanta)

… y si fue frío el invierno, no fue menos caliente el verano. ¡Ni una gota de agua!

(silencio)

Y ahora… y ahora ¿qué?

(mirando a su padre y esposa)

No queda casi alimento para los animales, y la tormenta no arrecia…, el campo no da frutos… no nos quedará nada… y si fuera por mí… pero…

(volviéndose a sentar hundido)

¿y las niñas?

EULALIA

(evocadora)

Las niñas…

(se levanta volviendo a tocar el hombro de su marido)

… pero no debes preocuparte DOMINGO

(recoge las migas que quedan sobre la mesa con la mano y las empuja al delantal que lo utiliza como recogedor)

… mi madre sabrá cuidar de nuestras hijas como ya hizo conmigo,

(se dirige hacia el rincón de los platos)

¡Demos gracias a Dios por su ayuda!

DOMINGO

(dando un golpe en la mesa)

Si al menos tuviéramos un puñado de duros para comprar comida…

EDELMIRO sigue con la mirada perdida en el fuego.

POR FUNDIDO ENCADENADO EN TRANSPARENCIA

SEC 4 Flash Back: TREINTA AÑOS ANTES DORMITORIO (INT/DÍA)

EDELMIRO vela a su MADRE moribunda sentado junto a la cama. Entre murmullos y sollozos ella le insta

MADRE EDELMIRO

… sólo lamento hijo mío, no haberte podido dar lo que me faltó a mí en vida,…

(le ataca la tos pero apenas tiene fuerzas para sacarla)

…dejarte capital aunque fuera lo suficiente para un año….

(de nuevo la tos)

EDELMIRO le acerca el vaso de agua que tiene sobre la mesita.

EDELMIRO

(mientras le coge la nuca ayudándola a beber)

No diga eso madre, se pondrá usted bien…

(le ayuda a recostarse)

…no debe preocuparse de eso ahora, siempre hemos salido adelante y usted se pondrá bien.

MADRE EDELMIRO

(esbozando una sonrisa)

Esta vez no EDELMIRO…,

(le coge las manos y las retiene entre las suyas)

…no tengo fuerzas para continuar, ya es hora de reunirme con tu padre.

EDELMIRO

(soltándose las manos y colocando bien las sábanas y almohada)

¡No cambiará usted nunca!

No hable tanto y reserve sus fuerzas

MADRE EDELMIRO

(volviéndole a coger una mano)

Perdona por lo que no haya podido dejarte en mi muerte, pero como te digo, en vida, tu padre, mi marido, se sintió en la obligación de usarlo para una buena causa.

EDELMIRO

(palmeándole la mano)

Lo que hizo, bien hecho estaría, lo que usted me ha dejado es más grande que todo el dinero. Gracias a usted me he convertido en lo que soy…

POR FUNDIDO ENCADENADO EN TRANSPARENCIA

SEC 5: COCINA (INT/NOCHE)

Sigue de la escena tercera…

EDELMIRO todavía con la mirada perdida en el fuego.

Se oyen los pasos ligeros de JUAN que entra, se para viendo la escena sabe de qué han estado hablando.

EULALIA

(por detrás cogiéndole de los hombros y bajando la cara a su cabeza)

No te atormentes DOMINGO… un día u otro

esto se arreglará…

JUAN entra y se dirige hacia un tronco-taburete cogiéndolo. EULALIA se sienta.

JUAN

Tiene razón madre…

…trabajando lograremos salir adelante…

(con el tronco en la mano se dirige a sentarse frente a EDELMIRO)

Abuelo, ¿me cuenta alguna historia de las suyas?

EDELMIRO le revuelve el cabello con una media sonrisa y vuelve a mirar el fuego pensativo mesándose la barbilla.

EDELMIRO

Que podría…

Suenan unos golpes fuertes en la masada. Están llamando a la puerta. Todos se miran.

DOMINGO

¿Quién puede haber venido a estas horas y con este tiempo…?

Todos miran sorprendidos hacia la puerta. Suenan de nuevo los golpes que resuenan en el silencio de la casa junto a la ventisca y el chispear del fuego.

EDELMIRO

Seguro que con la que esta cayendo quien llama tiene muchas ganas de que le abramos

JUAN se levanta enérgicamente en dirección a la puerta. DOMINGO interviene frenándole.

DOMINGO

(levantándose y parando con la mano a su hijo)

No hijo, ya voy yo.

(coge la lámpara de aceite de sobre la mesa)

A saber quién puede ser….

DOMINGO se dirige hacia la puerta seguido de su hijo JUAN

SEC 6: UMBRAL EXTERIOR DE LA PUERTA DE LA MASADA (EXT/ NOCHE)

La noche sigue siendo de perros, entre la claror de la helada alumbrada por la luna se dibuja una enorme silueta negra que corresponde a un hombre embozado. No se le ve, sólo se le intuye por la silueta.

Desde el interior de la masada se oyen entremezclados con los ruidos del exterior de la noche, unos pasos que se aproximan a la puerta.

SEC 7: UMBRAL INTERIOR DE LA PUERTA DE LA MASADA (INT/ NOCHE)

DOMINGO abre la puerta, JUAN está detrás. La ventisca ruge con rabia. Hasta que el EXTRAÑO no da un paso al frente sólo ven una silueta negra en la noche, cuando lo tienen ya enfrente, lo alumbran con la lámpara y ven un enorme personaje, extraño, difícil de identificar porque va embozado al completo.

El EXTRAÑO permanece callado con la mirada fija en JUAN y DOMINGO.

DOMINGO

(abriendo el paso e invitándole a pasar)

Pase usted hombre!...

El EXTRAÑO cruza el umbral, le gotea agua por el chubasquero y las botas. JUAN cierra la puerta.

DOMINGO

… se tiene que estar helando de frío.

¡Quítese eso, está empapado…!

El EXTRAÑO se quita el sombrero y lo espolsa de agua, y mientras DOMINGO le ayuda a quitarse el chubasquero y el chaquetón…

EXTRAÑO

Se lo agradezco…, son ustedes muy amables…, no hubiera podido aguantar mucho más ahí fuera con este frío…

DOMINGO le entrega el chubasquero empapado a JUAN, que lo cuelga en el perchero de la entrada, mientras toma el chaquetón del EXTRAÑO

DOMINGO

¡Esto pesa una arroba!

(lo cuelga en el perchero)

El EXTRAÑO se queda con el morral cruzado y da golpes con los pies en el suelo espolsándose el agua y barro de las botas. DOMINGO le hace ademán para que entre. JUAN se les adelanta.

DOMINGO

(entrando)

Ha elegido usted mala noche para viajar…

Se ven sus sombras proyectadas sobre la puerta cerrada que se alargan y desaparecen mientras todos se dirigen hacia el interior.

DOMINGO f.c.

… está claro que el tiempo no acompaña… Vamos a la cocina para que pueda usted calentarse, y nos cuenta que le trae por nuestras tierras.

SEC 8: COCINA (INT/NOCHE)

Entra JUAN el primero, seguido del EXTRAÑO que en cuanto asoma por la puerta EULALIA Y EDELMIRO se lo quedan mirando, EULALIA se levanta para ofrecerle la silla.

EXTRAÑO

(a EULALIA y EDELMIRO)

Muy buenas noches…

EDELMIRO Y EULALIA

Buenas noches tenga usted…

EDELMIRO

(señalando con la mano la silla que le ofrece EULALIA)

Ande! Siéntese usted…

DOMINGO hace un ademán a JUAN para que acerque otra silla para su madre. El EXTRAÑO se sienta.

EXTRAÑO

Muchas gracias…

DOMINGO se sienta en su silla. EULALIA, que le ha aproximado una silla su hijo, se sienta. JUAN se arrodilla en su regazo mientras EULALIA le acaricia la cabeza.

EXTRAÑO

(frotándose y soplándose las manos)

… les agradezco su hospitalidad. No es ésta una de esas noches que apetezca pasarlas al raso.

EDELMIRO

En esta casa no se ha negado nunca ni agua, ni comida ni abrigo cuando se nos ha pedido.

EXTRAÑO

(sonriendo agradecido)

Eso les honra

El EXTRAÑO tiende sus manos hacia el fuego y las refriega repetidas veces. Los cuatro moradores de la casa lo observaban en silencio. Sólo se escucha la ventisca de fuera y el chispear del fuego hasta que EULALIA rompe el momento.

EULALIA

¿Ha cenado usted?

EXTRAÑO

No, pero no debe usted preocuparse…

(entreabriendo el morral que no se ha quitado de encima)

… llevo aquí en el morral…

DOMINGO

(no dejándole hacer la acción)

… falta le hará lo que lleve en el morral cuando se vaya de aquí, ahora coma de lo que hay en casa

(a EULALIA)

Saca algo para cenar a este buen hombre…

EULALIA se levanta y se dirige al rincón de la vajilla para prepararle algo.

DOMINGO

… y usted padre, rellene la bota… unos buenos tragos de vino le devolverán el alma al cuerpo.

EDELMIRO se levanta recogiendo de su silla la bota colgada y se dirige hacia la pared donde descansa la garrafa y el embudo, se sienta y entre las piernas se pone la bota, la abre, pone el embudo y a pulso rellena de la garrafa la bota mientras en la pared se ven reflejadas las sombras de DOMINGO y el EXTRAÑO que hablan en la mesa.

DOMINGO f.c.

(rompiendo el silencio)

Ya perdonará, pero no es muy corriente en noches como la de hoy andar por estos parajes… ¿A dónde va usted? sabiendo sus intenciones… podremos decirle si va usted bien o se ha perdido.

Se ve la sombra de EULALIA que se acerca con un plato y cubiertos que le deja sobre la mesa, después se aleja recoge un chal que se echa encima y va a sentarse en su sitio con JUAN a su regazo.

EXTRAÑO f.c.

(sonriendo agradecido)

No me he perdido, se lo aseguro

EDELMIRO termina de llenar la bota y se acerca con ella a la mesa ofreciéndosela al EXTRAÑO, DOMINGO le anima. El EXTRAÑO bebe y EDELMIRO se vuelve a sentar en su sitio.

DOMINGO

(mientras mira como bebe el EXTRAÑO)

Aaaa! Entonces venía usted aquí?

EXTRAÑO

(acabando de beber)

Tenía que pasar para ir donde voy…

Se hace el silencio, sólo se oye fuera la ventisca y el chispear del fuego.

El EXTRAÑO devuelve la bota a EDELMIRO…,

EXTRAÑO

gracias

EDELMIRO coge la bota y la regresa a la silla.

El EXTRAÑO mira el plato y cogiendo la cuchara de madera la introduce en la sopa de ajo que le ha puesto EDELMIRA, después de probarla mira a EULALIA asintiendo sonriente y sigue comiendo.

Todos le miran.

EDELMIRO decide romper el momento

EDELMIRO

Entonces…

¿había estado antes por estas tierras?

… no llego a reconocerle…

EXTRAÑO

(entre cucharada y cucharada, con una leve sonrisa)

No me conoce… y sí, he estado, hace mucho, tanto, que si he de serle sincero, es como si no hubiera estado.

Silencio, observan al EXTRAÑO. Sólo la ventisca en el exterior y el chispear del fuego rompe el incómodo silencio.

El EXTRAÑO termina de comer, se saca el pañuelo del bolsillo y se limpia la boca.

EDELMIRO

Entonces… no se acordará usted de nada.

EXTRAÑO

(guardándose el pañuelo en el bolsillo)

No todo lo que conocemos lo hemos visto con nuestros propios ojos; hay veces que vemos por medio de los ojos de otros, y… los montes, las vaguadas, los ríos, los caminos, los bosques,… las

masadas no aparecen y desaparecen o cambian de lugar de un día para otro. Le aseguro que conozco todas estas sierras… por lo menos como usted.

JUAN

(incorporándose del regazo de su madre)

Y ¿de dónde viene usted?

EXTRAÑO

(mirando al muchacho tiernamente)

De lejos.

(sonriéndole)

De muy lejos

De nuevo se hizo el silencio. Miran todos al fuego.

EDELMIRO y DOMINGO fruncen el ceño ante las evasivas del EXTRAÑO. DOMINGO decide intentarlo de nuevo y se gira hacia él para interrogarle, pero EULALIA que le conoce decide intervenir cambiando la dirección de la conversación.

EULALIA

(mirando cómplice a DOMINGO)

Cuando usted ha llegado, el padre de mi marido estaba a punto de contarnos a todos una de las muchas historias que ha vivido o que ha aprendido en esta masada,

¿le apetece escucharla?

EXTRAÑO

(educado y agradecido)

Me encantaría

EDELMIRO se gira mirando a EULALIA, mira a FRANCISCO y finalmente al EXTRAÑO, no sabe qué historia contar.

JUAN mira a su madre pidiendo permiso con la mirada, EULALIA consiente con la cabeza y JUAN se levanta dirigiéndose a los pies de EDELMIRO a su tronco-taburete.

JUAN

¡Ande, abuelo…

(tocándole las rodillas)

… no se haga de rogar y cuéntenos una historia!

EDELMIRO

(acariciando la mano de su nieto)

Bien, esta historia vosotros ya la sabéis…

(se gira dirigiéndose al EXTRAÑO)

… pero este buen hombre puede que no. Resulta que una noche que estaba sólo en la masada, oí rondar por fuera unas alimañas que rascaban la puerta

El OFF de EDELMIRO se pierde mientras nos alejamos y toman presencia los sonidos del exterior de la noche.

POR FUNDIDO ENCADENADO

SEC 9: MASADA (EXT/NOCHE)

EDELMIRO es ya sólo un murmullo bajo los sonidos de la noche de perros que lo absorben todo.

El paisaje se dibuja fantasmal bajo el manto de hielo por el reflejo de la luna.

De vuelta a la masada el OFF de EDELMIRO vuelve a coger presencia sobre el de la noche que poco a poco va desapareciendo.

POR FUNDIDO ENCADENADO

SEC 10: COCINA (INT/NOCHE)

Todos escuchan la historia de EDELMIRO que ya llega a su fin.

EDELMIRO

(sin dejar de mirar el fuego)

nunca antes habían rondado ni volvieron a rondar por aquella masada ni por ninguna de las masadas cercanas.

Silencio, ventisca y fuego.

Es EDELMIRO quien dejando de mirar el fuego se dirige al EXTRAÑO.

EDELMIRO

… pero seguro que si usted conoce tan bien como dice estas tierras y estas masadas, puede ofrecernos alguna historia que ninguno hayamos oído…

Todos se quedan mirando al EXTRAÑO, pero es JUAN quien le anima entusiasmado e izándose de los pies de su abuelo.

JUAN

¡Sí, sería estupendo!

(dirigiéndose hacia su madre que le recibe con los brazos abiertos)

¿verdad madre?

(EULALIA asiente con la cabeza)

¿le importaría?

El EXTRAÑO mira a EDELMIRO consciente del pulso que le ha echado. El resto de presentes le miran.

EXTRAÑO

(sonriendo a JUAN)

Por supuesto que no me importa. Sé muchas,

(dirigiéndose a EDELMIRO amigablemente)

aunque posiblemente no tantas como usted… pero hay una que me emociona especialmente

(recorriendo a los presentes)

…… estoy seguro de que a todos ustedes también les conmoverá…

DOMINGO saca el tabaco y el papel de liar y se lo ofrece, el EXTRAÑO lo acepta sonriente y empieza a liarse un cigarrillo.

EXTRAÑO

Verán ustedes, hace muchos años vivía por estas tierras…

LOS INSERTOS DE SECUENCIAS FLASH BACK Y PRESENTE SIGUIENTES SE MONTARÁN POR FUNDIDO ENCADENADO

SEC 11 Flash Back: REDEDORES DE LA MASADA DE VIRTUDES (EXT/DÍA)

Sobre el OFF del EXTRAÑO vemos las imágenes del flash back

EXTRAÑO voz en OFF

… una joven de extraordinaria belleza que tenía el nombre más apropiado que podían haberle puesto sus padres…: VIRTUDES

VIRTUDES camina con una cesta de ropa blanca recién lavada apoyada en la cadera

SEC 12: COCINA (INT/NOCHE)

El EXTRAÑO mira a EULALIA y ésta se coloca el moño vergonzosa mientras baja la mirada

EXTRAÑO

Por supuesto que a una mujer así no le faltaban pretendientes aún siendo de familia humilde,

(mirando a los hombres)

pero a su padre que ansiaba, de manera desmedida y a cualquier precio salir de la pobreza, sólo le gustaba JULIÁN.

SEC 13 Flash Back: REDEDORES DE LA MASADA DE VIRTUDES (EXT/DÍA)

EXTRAÑO voz en OFF

JULIÁN, era el heredero de la masada de “Los Siete Cerros”, la más rica de la contornada… Gastaba todas sus energías y su tiempo en conquistar el corazón de VIRTUDES

JULIAN espera a VIRTUDES encima de unas rocas. Cuando ella llega él salta frente a ella jugueteándola alrededor. Le saca de detrás de la oreja una flor que le ofrece y ella tras olerla se la coloca en el pelo mientras sigue su camino. Él se la mira lascivamente por detrás

SEC 14: COCINA (INT/NOCHE)

EXTRAÑO

“¿Trabajar?” – decía este donjuán cuando alguien le preguntaba por su continua holganza…

SEC 15 Flash Back: TABERNA (INT/DÍA)

JULIAN está jugando con tres jóvenes más una partida al guiñote.

JULIÁN

(tirando carta en la mesa)

…¡Que trabajen los jornaleros!, para eso les paga mi padre.

EXTRAÑO voz en OFF

Había, claro está, muchos más jóvenes que hubieran dado su alma por poder conquistar el corazón de Virtudes, pero ninguno se hacía la más mínima ilusión sabiendo cómo se las gastaba Julián.

JULIÁN sigue la partida riendo y bebiendo chatos de vino con sus compañeros, dominando la situación y con gestos fanfarrones.

SEC 16: COCINA (INT/NOCHE)

El EXTRAÑO mira a JUAN, que no pierde detalle del relato y éste le sonríe.

EXTRAÑO

Había, con todo, un mozo que tenía un trato continuo y de verdadera y franca amistad con Virtudes. Su nombre era FRANCISCO, el hijo mayor de la masada de “Las Lomas”.

SEC 17 Flash Back: REDEDORES DE LA MASADA DE VIRTUDES (EXT/DÍA)

EXTRAÑO voz en OFF

¿Cómo era posible que FRANCISCO pudiera acercarse con tanta familiaridad a VIRTUDES sin que JULIÁN hiciera algo para evitarlo?

VIRTUDES camina con la cesta de ropa en la cadera cuando por detrás FRANCISCO se le acerca haciéndole cosquillas en la cintura, VIRTUDES se gira y al ver a FRANCISCCO le sonríe. FRANCISCO le coge un asa de la cesta y llevándola a medias caminan juntos alegremente mientras hablan[5].

SEC 18: COCINA (INT/NOCHE)

EXTRAÑO

Porque FRANCISCO y VIRTUDES se habían criado prácticamente juntos al estar sus masadas colindantes y se había generado entre ellos una amistad fuerte y tierna a la vez…

SEC 19 Flash Back: REDEDORES DE LA MASADA DE VIRTUDES (EXT/DÍA)

EXTRAÑO voz en OFF

… y VIRTUDES, ante las suspicacias de Julián, había amenazado a éste con dejar de verlo si continuaba recelando de su amistad con Francisco. Julián tuvo, pues, que ceder.

VIRTUDES discute con JULIÁN, éste señala a lo lejos, y ella le levanta el dedo previniéndole.

JULIÁN le da una palmada al dedo amenazador aparatándolo. VIRTUDES se da media vuelta y se va dejando a JULIÁN dando una patada al suelo con las manos en los bolsillos. Contrariado la ve alejarse.

SEC 18: COCINA (INT/NOCHE)

El EXTRAÑO ha clavado su mirada en el fuego y sigue el relato con una mirada muy adentro como dolorido.

EXTRAÑO

… El empeño de JULIÁN finalmente tuvo su fruto y un buen día la muchacha, la hermosa Virtudes,…

SEC 19 Flash Back: BAJO UN ÁRBOL REDEDORES DE LA MASADA DE VIRTUDES (EXT/DÍA)

EXTRAÑO voz en OFF

… tuvo que decir a quien ya había sido más que pretendiente, que esperaba un hijo suyo.

La reacción de JULIÁN fue de un canalla. Vilmente rechazó a VIRTUDES…

VIRTUDES y JULIÁN están de pie escondidos bajo la copa del árbol frente al tronco. VIRTUDES coge la mano de JULIÁN y la lleva a su vientre mientras le habla.

JULIÁN

(retirándo la mano del vientre)

¿Mío? Ese hijo puede ser de cualquiera.

VIRTUDES se echa las manos a la cara y rompe a llorar

JULIÁN

(gritándole)

¡Seguro que te has refocilado con los mozos de todas las masadas de la contornada!

SEC 20: COCINA (INT/NOCHE)

EXTRAÑO

Desesperada Virtudes por la reacción de Julián, busco refugió en su familia, pero no encontró el consuelo que buscaba. Muy al contrario…

SEC 21 Flash Back: EN EL UMBRAL DE LA PUERTA DE LA MASADA DE VIRTUDES (INT/DÍA)

EXTRAÑO voz en OFF

… Su padre, al saber de su estado y que Julián la había rechazado, dando por válidas las acusaciones de éste, echó de la masada a la desconsolada y destrozada Virtudes

El PADRE de VIRTUDES en el umbral de la puerta agarrando a su mujer que intenta salir en la búsqueda de VIRTUDES grita a su hija…

PADRE de VIRTUDES

Fuera ahora mismo de esta casa, desgraciada! No has hecho más que deshonrar el buen nombre de nuestra familia

La MADRE de VIRTUDES cae al suelo rota de dolor.

MADRE de VIRTUDES

¡Nooooo… !

VIRTUDES llorando destrozada, con las manos entrelazadas en el vientre corre alejándose de su casa.

SEC 22: COCINA (INT/NOCHE)

El EXTRAÑO mira a EULALIA que llevada por el relato ase fuertemente a su hijo en el regazo.

EXTRAÑO

Salió, pues, Virtudes de su casa con un pequeño hato de ropa a las costillas y su hijo en el vientre camino de todos y de ningún sitio y, poco antes de empezar a subir el puerto que la separaría definitivamente de su tierra…,

SEC 23 Flash Back: REDEDOR DE LA MASADA (EXT/DÍA)

EXTRAÑO voz en OFF

… se encontró con Francisco que guardaba su pequeño rebaño de ovejas en unos eriales

…La muchacha se echó a llorar y contó a su amigo todo lo que le había sucedido.

VIRTUDES ve a FRANCISCO y corre llorando hacia él.

FRANCISCO

¿A dónde vas VIRTUDES?

VIRTUDES llorando le cuenta todo a su amigo. Le abraza

FRANCISCO

(levantándole el emntón)

Guárdame el ganado, Virtudes, y espérame. No tardaré en volver

SEC 24: COCINA (INT/NOCHE)

Todos están ya dentro de la historia, el EXTRAÑO sigue narrando, pero ahora va recorriendo y parándose con la mirada en todos y cada uno de los miembros de la familia de la masada.

EXTRAÑO

(mirando a EDELMIRO)

FRANCISCO echó a correr y llegó poco después jadeante a su masada.

(mirando a DOMINGO)

Preguntó a su padre por el dinero que había en casa que con la última venta de los terneros y los corderos había un buen puñado de duros,

(mirando a JUAN)

y le propuso que se lo diese a cambio de ceder los derechos de herencia a su hermano.

(mirando a EULALIA)

Naturalmente el padre no aceptó. Le preguntó por la naturaleza de la urgencia y FRANCISCO relató a su padre todo lo que VIRTUDES le había explicado…

SEC 25 Flash Back: UMBRAL DE LA MASADA DE FRANCISCO (INT/DÍA)

EXTRAÑO voz en OFF

… y el anciano, sin dudarlo un momento ofreció todo lo que tenía ahorrado para ayudar a Virtudes

Desde la entrada de la masada de Francisco, FRANCISCO coge LA taleguilla de lienzo con el dinero que le ofrece su padre.

FRANCISCO

Gracias padre!

FRANCISCO sale corriendo por la puerta que está abierta hacia la loma donde ha dejado a VIRTUDES

SEC 26 COCINA (INT/NOCHE)

EDELMIRO está ido en sus pensamientos embobado mirando el fuego pero la cara se le va transformando. Busca en su memoria algo que parece le suena de la historia, pero no logra dar con ello.

EXTRAÑO

… Francisco volvió al lugar donde había dejado a Virtudes y en una taleguilla de lienzo le entregó todo el dinero que tenían los moradores de la masada de “Las Lomas”

Virtudes se resistió, pero Francisco la convenció para que aceptara el dinero.

SEC 27 Flash Back: REDEDOR DE LA MASADA (EXT/DÍA)

VIRTUDES

(con mirada cristalina y vidriosa reteniendo la taleguilla de lienzo en su pecho)

Ésta es una deuda muy grande que tengo a partir de ahora contigo y tu familia.

VIRTUDES introduce la taleguilla en el hato de ropa y se lo coloca en la espalda

FRANCISCO

(forzadamente sereno y con tono de triste despedida)

No me debes nada. Tú no me has pedido nada, así que nada me debes.

VIRTUDES

(cogiéndole las manos y muy cerca mirando cristalinamente a los ojos)

Pero te lo devolveré.

(le da un tierno beso en la mejilla)

Te juro que te lo devolveré.

VIRTUDES se aleja, FRANCISCO la sigue con la mirada y responde levantando torpe y lentamente la mano a su saludo.

SEC 28 COCINA (INT/NOCHE)

La ventisca ya no se oye del exterior, sólo el chispear de los troncos del fuego.

Todos están fascinados por su historia y le miran cautivados, todos menos EDELMIRO que permanece frente al fuego mirándolo, pero con la mirada perdida.

EXTRAÑO

Se sabe que con el dinero de Francisco, Virtudes llegó a la Argentina. Allí tuvo su hijo y se casó con un gallego también emigrante, y entre los dos, lograron empezar un negocio que se convirtió en una verdadera fortuna más adelante ya en manos de sus descendientes…

JUAN levanta la cabeza del regazo de su madre y la mira sonriente, EULALIA le revuelve el pelo y le devuelve la sonrisa, JUAN se vuelve a recostar en su regazo.

EXTRAÑO

(el EXTRAÑO posa la mirada en la espalda de EDELMIRO)

…En cuanto a Francisco… también se sabe que se quedó en la masada y que se casó con una zagala casi tan guapa y tan agraciada como Virtudes.

JUAN

(levantando la cabeza del regazo de su madre)

¿Y qué pasó con Julián?

EXTRAÑO

Festejó con media docena más de mozas y siempre mantuvo su orgullo y su prepotencia…

El fuego del hogar pierde intensidad y de las brasas petan alguna que otra briza. Colgado de la campana del hogar hay un palo[6]

EXTRAÑO f.c.

Un día, siendo aún bien joven, junto a su caballo pastando, lo encontraron colgado de un pino. Se había ahorcado.

FUNDIDO ENCADENADO

La familia permanece estupefacta con la historia. Peta alguna que otra brizna en el fuego. EULALIA se enfunda en su chal y se levanta para cerrar el portón de la ventana. La tempestad ha dado paso a una tranquila nevada.

EULALIA

Ha arreciado el tiempo, parece que ya viene la bonanza.

Todos excepto el EXTRAÑO se levantan jubilosos para ver la novedad. De la ventana, el primero en retirarse es DOMINGO que con una cara alegre, agradecida y emocionada, se mesa el pelo aliviado, apoyado en la campana del hogar deja salir un hondo suspiro. EULALIA le sigue, le pone la mano en el hombro también emocionada. EDELMIRO y JUAN siguen mirando por la ventana.

EULALIA

(dejando a su marido y colocando las sillas bien puestas en la mesa)

Con todo esto se nos ha hecho tarde sin notarlo… Creo que ya es hora que nos retiremos.

EDELMIRO cogiendo a JUAN por el hombro, se alejan de la ventana.

EXTRAÑO

(levantándose de la silla)

Si no les importa les agradecería poder pasar la noche en el pajar, mañana reanudaré mi marcha.

DOMINGO dirigiéndose hacia el EXTRAÑO y poniéndole un brazo en el hombro.

DOMINGO

Ni hablar! Mi mujer le preparará una cama y el chico dormirá con nosotros.

EXTRAÑO

(separándose y con las manos parando, mirando tanto a DOMINGO como a EULALIA)

¡Por favor! ¡No se molesten! No deben preocuparse, créanme…

(resoluto)

¡Dormiré bien en la pajera!

DOMINGO

¿Pero…?

El EXTRAÑO hace un gesto con la cabeza resoluto a mantener lo dicho.

DOMINGO f.c.

(no estando muy de acuerdo pero no queriendo contradecirle)

No quisiéramos contrariarle…, como usted prefiera entonces…

(a JUAN)

¡Hijo! Coge unas mantas del arcón, y acompáñale a la pajera.

EDELMIRO le mira extrañado, vuelve la mirada al fuego y se sienta frente a él dejándose llevar por los recuerdos.

JUAN corre con la intención de salir de la estancia, pero se detiene en el umbral y mira al EXTRAÑO como olvidándose algo.

JUAN

Acompáñeme señor!

EXTRAÑO

(girándose hacia los que restan en la estancia)

¡Buenas noches!

DOMINGO Y EDELMIRO

¡Buenas noches!

EULALIA

Les acompaño

Salen los tres de la estancia y DOMINGO se percata del recogimiento de su padre y se le acerca.

DOMINGO

(poniéndole un brazo por encima del hombro)

¿No se acuesta padre?

EDELMIRO

(saliendo de sus pensamientos)

No, no. Marcha a descansar tranquilo,

yo no tardaré.

DOMINGO

(dándole unas palmaditas en el hombro)

Está bien padre, que descanse

EDELMIRO se queda pensativo mirando el fuego

SEC 29: F/B 30 AÑOS ANTES DORMITORIO (INT/DÍA) / COCINA (INT/NOCHE)

 


La MADRE de EDELMIRO moribunda en el lecho, se confiesa con él…

MADRE EDELMIRO

(cogiendo las manos de EDELMIRO f.c.)

… esa noche cambió todo, hijo.

EDELMIRO parece ver entre las brasas la

MADRE EDELMIRO

Voz en off

Tu padre tuvo que ayudar a María…

¡como la iba a dejar en esa situación sola!??

MADRE EDELMIRO

Voz en off

Mi Mariano jamás!!

(le arrecia la tos)

F/B: UMBRAL DE LA MASADA DE FRANCISCO (EXT/DÍA)

El PADRE de VIRTUDES, en el umbral de la puerta agarrando a SU MUJER que intenta salir en la búsqueda de VIRTUDES, grita a su hija, mientras ésta de espaldas camina hacia atrás asustada…

PADRE de VIRTUDES

Fuera ahora mismo de esta casa, desgraciada!

VIRTUDES se da media vuelta, llorando destrozada, con las manos entrelazadas en el vientre corre alejándose de su casa.

PADRE de VIRTUDES

¡No has hecho más que deshonrar el buen nombre de nuestra familia!

VIRTUDES sigue corriendo y no ve como su MADRE cae al suelo rota de dolor.

MADRE de VIRTUDES

¡Nooooo… !

claridad de sus recuerdos.

EDELMIRO parece no poder aguantar sus recuerdos. Se agarra la cabeza como queriendo ponerlos en orden.

 


           

SEC 30 EXTERIOR MASADA (EXT/DÍA)

El día ha vuelto a la loma y el sol brilla con todo su esplendor, los pájaros cantan y no queda resto de la tempestad.

SEC 31 COCINA (INT/DÍA)

EULALIA está encendiendo el fuego, y en su silla frente a él EDELMIRO. DOMINGO abraza a su hijo JUAN frente a la ventana mirando al exterior.

DOMINGO

(dándose media vuelta con su hijo, con un brazo lo agarra del cuello y con la otra mano le revuelve el cabello)

¿ves JUAN?, ¡Dios también se acuerda de los pobres!

JUAN le sonríe y se deshace del jovial abrazo de su padre. Se dirige hacia el rincón de los platos para poner la mesa.

EULALIA se levanta y le ofrece una gran sonrisa a su marido después se dirige hacia el rincón de los platos.

DOMINGO se percata del abatimiento de EDELMIRO.

DOMINGO

¿le pasa algo padre?

EDELMIRO se gira y ceñudo mira la puerta agudizando el oído.

EULALIA y JUAN se acercan a la mesa con platos y vasos.

EDELMIRO les mira uno a uno…

EDELMIRO

(levantándose de su silla)

¿No notasteis algo extraño en el hombre que se presentó anoche aquí?

DOMINGO

(tranquilizándose y sentándose)

¿es eso…?, pues no, aparte de que no tenía ninguna intención de desvelar nada.

EDELMIRO se exaspera.

EDELMIRO

(dando un golpe en la mesa)

¡No redios!

(se deja caer en la silla mesándose el cabello con furia)

¡Esa historia…, esa historia yo la conozco…

MADRE EDELMIRO en OFF

Mi Mariano jamás!!

(le arrecia la tos)

¡Sostuvo lo que Ramón, no tuvo la decencia de sostener…

(se emociona al recordarlo)

¡Lo dio todo… por quien apreciaba!

(tose de nuevo y esta vez con más fuerza)

… sólo lamento hijo mío, no haberte podido dar lo que me faltó a mí en vida,…

(le ataca la tos pero apenas tiene fuerzas para sacarla)

…dejarte capital aunque fuera lo suficiente para un año….

EDELMIRO se frota la cabeza como queriendo sacar conclusiones de todo lo que le ronda en ella.

DOMINGO le coge los brazos y le mira asustado

DOMINGO

¡Padre nos está asustando!, ¿qué sucede?

A EDELMIRO se le van abriendo los ojos así como oye en su mente las palabras de su madre.

EDELMIRO se levanta y sale de la estancia con la mirada estupefacta de todos.

DOMINGO

(levantándose de la silla)

¿pero padre…?

JUAN se acerca a EULALIA y ésta le abraza.

JUAN

(mirando a su madre)

¿dónde va el abuelo?

EDELMIRO regresa sudoroso y descompuesto.

EDELMIRO

No está

DOMINGO

¿cómo que no está?

EDELMIRO cruza la estancia hasta la campana del hogar en la que necesita apoyarse. DOMINGO sale de la estancia. Se hace el silencio. DOMINGO vuelve a entrar con el morral colgando de la mano.

DOMINGO

(enseñando el morral a los presentes)

Sólo he encontrado esto olvidado en la entrada ¡que pesa una arroba!

JUAN se deshace de su madre y se aproxima a su padre. EDELMIRO fija su mirada en el morral y se aproxima a la mesa donde tiene que apoyarse.

EDELMIRO

Olvidado no. Ábrelo

DOMINGO

¿pero padre?

EDELMIRO

(ordenando dando un golpe en la mesa)

¡QUE LO ABRAÍS COJONES!

DOMINGO se lo queda mirando, nunca ha visto así a su padre, camina hacia la mesa, pone encima el morral. EULALIA y JUAN se aproximan y DOMINGO lo abre con cautela. EDELMIRO tiene que sentarse. DOMINGO saca una taleguilla de lienzo.

EDELMIRO

(mirando la taleguilla emocionado, casi llorando)

El Francisco de la historia era Mariano, tu abuelo… y posiblemente Virtudes fuera la madre del forastero.

DOMINGO va desenrollando la taleguilla y las monedas de su interior caen sobre la mesa. Todos se las quedan mirando estupefactos. Aparece un papel, que DOMINGO le alarga a su padre.

EDELMIRO

(leyendo emocionado)

Lo prometido es deuda. Gracias infinitas

EULALIA, DOMINGO y JUAN se abrazan, EDELMIRO arranca a llorar con el papel en la mano pegado a la cara. DOMINGO se acerca a su padre y lo levanta para abrazarlo, EULALIA y JUAN lo abrazan también.



[1] CPA-SALDUIE presenta LA DEUDA basada en la adaptación del relato literario LA DEUDA de JOSE Mª ANDRÉS SIERRA adaptada por los alumnos de 2º de PRODUCCIÓN de la promoción 2007-08 con la coordinación de MAY MIRALLAS

[2] Faltaría situar el lugar, hablar de la helada y la luna llena

[3] Deberíais denotar que nos aproximamos hasta intuir que nos introducimos dentro. En guión técnico será un ZOOM IN al final de la secuencia en el exterior que empalmará con un fundido encadenado con otro ZOOM IN desde el mismo tiro de cámara al inicio de la secuencia en el interior (cuando nos introducimos acaban los créditos iniciales)

[4] más bien una silla encordada, es una masada y pobre y no es típico de Teruel las mecedoras

[5] Estaría bien que esta escena fuera con algunas ovejas, cuando FRANCISCO se acerca a VIRTUDES, primero que se vean las ovejas. Cuando se van juntos, estaría bien irse rodeados de ovejas y un pequeño perro pastor.

[6] Palo o utensilio del fuego…

Padre y educador o educador y padre.

Padre y educador o educador y padre.

Soy como soy, tanto como padre como educador de mis hijos y seguro que ni en una cosa ni en la otra soy un modelo a seguir. No me cabe duda de que eso es cierto, aunque tampoco me importa decir que no envidio a quienes lo hacen mejor que yo ni pruebo a emularlos. Me gustaría, eso sí, querer menos a mis hijos y ser mejor padre, pero hay lo que hay... Los quiero hasta el punto que daría mi vida por ellos sin pensármelo ni un solo segundo e intento educarlos como puedo. Afortunadamente para mí y para ellos..., también tienen madre.

Hambre y sobrepeso

Desde hace aproximadamente cinco meses dedico casi dos horas diarias a pasear (los días que puedo. Como decía un amigo mío ya fallecido, “hay que contar lo justo”, aunque también es justo decir que “puedo” casi todos los días).

No se trata de andar tranquilamente mirando el paisaje, aunque esto también pueda hacerse, si no de andar a buen paso y dar algún trote suave, un “trote borriquero”, vamos, con el fin de rebajar peso y de regular los niveles del “jodío” colesterol que lo tengo ligeramente alborotado.

Hoy, camino ya de vuelta para casa, pensaba “qué mundo este. Media humanidad mal vive por falta de alimentos y en muchos casos, sobre todo niños, mueren desnutridos y gran parte de la otra media humanidad, como yo, tenemos que dedicar parte de nuestro tiempo a quemar grasas, calorías y rebajar ese maldito colesterol para poder continuar viviendo con un nivel de salud aceptable.

No hay derecho, sobre todo a lo primero…, claro.